10/9/07

Escena muy moderna con reminiscencias valleinclanianas

Desentreno los ojos de la lágrima
acaso pudiera desaprender el llanto
el caso es que me río ante la percha con sombrero
y su voz de madera susurra serrín
pero serrín polvoriento
y al pronto me vuelvo con pena de capa
de capa arrastrada como de abatimiento
al igual que max estrella entrando en la taberna
mugriento de noche cansado de barro
y en la cocina me pido un güisqui solo
toco madera y me seco el llanto con la bata.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Comparación Magritte valleinclán(mitad zanahoria mitad botella) con señora ludópata con batita. Me imagino ese güisqui doble de las siete de la mañana sobre máquina compulsiva con todos los tréboles encendidos. Muy diferente a todo lo anterior. Gusta