Hay antídotos que más valen una muerte
vacunas suicidantes destiladas de la selva
su sangre vernácula para la pócima
su fauna sometida para la siembra
su flora trajinada para el ramo
he de atravesar todos los caminos
antes que la ameba descubra su futuro
antes que el salvaje descubra que es un hombre
antes que mi cuerpo tome el color alfa
algo he de saber tras tantos años
mi lengua tiene llaves para el esperanto
mis manos tienen signos para la escapada
códigos de raíces echadas solas
sogas viejas trazando nudos que me guían
-horcas recicladas por alguna tempestad-
y sé que he de salir si desencripto
el azar de las hojas en el suelo
el braille en la resina de los árboles
el morse en el fósil milenario
el silbido del aire entre las rocas
y el expletivo jeroglífico del viento.
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